Situada en el macizo de Ubiña en el área central de la cordillera
Cantábrica y dentro del concejo de Lena (Asturias), es una de las cumbres más
imponentes de la Cordillera, el gran coloso de Babia, que reina a partes iguales
sobre los pueblos asturianos y leoneses, una cima emblemática y un reto para
montañeros y escaladores de toda España. El accidentado relieve de la
vertiente oeste de Peña Ubiña, junto con el Crestón del Pasu Malu, El Siete,
Los Castillines y Puerta de Arco, constituyen la primera barrera montañosa, que
viniendo del Oeste Peninsular sobrepasa la mítica altura de los 2.000 m. Es
Ubiña, con sus 2.417m. la reina indiscutible del macizo, aunque ha vivido
siempre maldita a la sombra de los cercanos Picos de Europa, que la eclipsan con
su patente presencia, olvidada por muchos y desconocida para otros.
La Peña se caracteriza por sus violentos desniveles, producto de la presión
que sufrió este territorio tras el asentamientos de los mantos. Toda la zona
del macizo de Ubiña se encuentra sometida a una climatología muy dura, ya que
más de medio año permanece en rigurosa invernada. Esta circunstancia hace aún
más atractivo un paisaje que de por sí se caracteriza por una gran belleza,
sobre todo en puertos como los de Meicín, Río Tuerto, La Cubilla, Los Acebos y
Agüeria. Bosques de hayedos, robledales, abedulares y acebadas rodean a esta
peña, en cuyo entorno destaca la presencia de grandes vertebrados como el oso
pardo, que tiene en esta zona el límite Este de la subpoblación occidental; la
nutria, el urogallo y grandes rapaces.
Durante años fue un paso estratégico desde la meseta hacia la capital
asturiana, registrándose durante la Guerra Civil crueles batallas. El 21 de
octubre de 1.937 un oficial del Batallón 206 gritó una frase que se convirtió
en el eco de todos los frentes republicanos Astur-Leoneses "Compañeros
estarnos perdidos ¡Sálvese quien pueda!". En el Collado Ronzón, y
también en la cima de la Peña Cerreos, se pueden ver aún numerosos búnker
construidos para la defensa de la zona.
Fue siempre un fiel guardián de los grandes rebaños trashumantes de vacas,
caballos percherones y ovejas que pastan en las verdes praderas que la rodean.
Su nombre deriva de las voces de "obiña" u "ovina", palabra
con la que se hace referencia al intenso tránsito pastoril que se registraba
antaño cuando a sus puertos ascendían los pastores con los rebaños
trashumantes de ovejas.
Existen una veintena de itinerarios distintos, para todos los gustos, que
permiten alcanzar la cumbre de Peña Ubiña. La más sencilla es el Canalón
Sur, vía natural desde la vertiente leonesa al que se accede desde el collado
del Ronzón.
(También se puede llegar al Ronzón, traspasarlo hacia la vega de Riotuerto
y ascender por la canal más marcada que hay en la parte central de la cara este
hasta ganar la arista en las proximidades de la cima. Este sería el itinerario
normal subiendo desde Asturias, desde la Vega del Meicín por el Alto de
Terreros.)
En esta ocasión partimos hacia Torrebarrio (1250 m), pequeña localidad
cercana a San Emiliano, situado en la alta comarca leonesa de Babia, y a los
pies de nuestro objetivo. Asentándose en la vertiente sur del gran murallón,
muy cerca del espolón sur, está dividido en tres barrios bien diferenciados:
De Cubiechas, De Abajo y De la Vega. Tomamos el camino que pasa por el Barrio de
Cubiechas para ir luego remontando por el Peñón del Águila, Chandanay, el
Corral de los Cuetos, la Fuente del Pastor y Cuetos Junidos, hasta llegar al
Ronzón (1.942m.) e ir directos al vértice geodésico.
Antes de llegar al collado del Ronzón, a una altitud de 1762m., se asciende
a mano izquierda por el amplio canalón que nos conduce a la parte alta del
espolón oeste por el que se continúa hasta la cima, en aproximadamente 3 h.
desde Torrebarrio. La aproximación desde la iglesia hasta el collado, una loma
en forma de ensilladura ecuestre que separa las dos Peñas Ubiñas, la grande y
la pequeña, y cuya altitud ronda los 2050 metros, consiste en remontar una
larga y fortísima pendiente atravesando prados, paredes, cerros, morrenas y
demás obstáculos naturales a lo largo de unos cuatro fatigosos kilómetros. La
fuerte inclinación del terreno, la elevada cantidad y variedad de obstáculos
naturales y el fuerte ritmo pueden provocar un desgaste precipitado e
innecesario de fuerzas, que se acusará más tarde. A nuestra espalda quedan las
espectaculares vistas del Pico de La Mesa y de Ubiña Pequeña, las cumbres de
Omaña, el embalse de Barrios de Luna. Veremos alguna placa en recuerdo del
reposo de algún alma montañera vencida por la naturaleza.
Desde el Ronzón nos dirigimos hacia el norte ganando altura en diagonal por
la ladera Este de Peña Ubiña la Grande hasta encontrar un señalado canalizo
con piedras sueltas que nos conduce a la cumbre, dejando a nuestras espaldas
Peña Cerreos (2.101 m.). Al salir de la canal se crestea unos metros para
llegar a la cruz de la cima. El descenso lo realizamos en bajada por el mismo
itinerario, hasta el Pueblo de Torre Barrio donde nos espera el autobús.
En ningún momento se encuentran dificultades técnicas, sólo nuestros
pulmones y piernas se someterán a prueba, aunque merecidamente tendremos un
bello paisaje para contemplar.
PRECAUCIONES:
Esta ruta se puede considerar de alta montaña por las duras condiciones que
adquiere en invierno, cuando e necesario ir equipado adecuadamente frente a las
bajas temperaturas y portar crampones y piolet.
Peña Ubiña es una montaña muy accesible y presenta, en buenas condiciones,
un magnífico marco para disfrutar de la naturaleza haciendo una cómoda
ascensión, escaladas en roca, en hielo, esquí de montaña... pero en ocasiones
cambian las condiciones meteorológicas con gran celeridad y el panorama es bien
distinto: bajas temperaturas, nieblas cerradas, grandes nevadas con fuertes
vientos que acumulan nieve en puntos peligrosos que inevitablemente producen
aludes... Debemos, por tanto, tener respeto a este macizo, sobre todo en
temporada invernal. |