Ruta
1ª. San Esteban de Cuñaba - Tresviso –
Urdón
En el cruce 200 m. antes de San Esteban de Cuñaba
dejamos el autobús para que pueda maniobrar y nos dirigimos al
pueblo donde cogemos un camino de hormigón que sale al este entre
castaños y algún acebo. Pronto abandonamos esta pista para tomar
otra que sale a la izquierda, dirigiéndonos a un mirador del que
sale un sendero a mano derecha que conduce al área recreativa. Desde
este lugar hay que subir 600 m de desnivel en apenas 1700 m hasta
la zona del Picayo. Empezamos hacia el regato de Robicores,
el cual cruzamos y seguimos por el camino balizado y bien trazado de
la empinada ladera oriental hasta una canal, por cuyo lecho subimos.
Pasamos una serie de canales y cotas hasta que
abandonamos el bosque, subiendo por otra empinada canal hasta una
zona rocosa en la que encontraremos el primero de los cables de
protección instalados por el Parque Nacional.
Todavía encontraremos otros dos tramos antes de llegar a una
pendiente herbosa desde la que vemos Rumenes y el río
Deva. Ascendemos por esta pendiente hasta una pequeña
cumbre que da paso a una canal que nos conduce a la érea Pasá
del Picayo.
Desde aquí, pasamos a la vertiente meridional de la
sierra de Cocón. La ladera baja vertiginosamente hacia
el Deva provocando cuando menos recelo, pero gracias a
unos cables y armazones de madera a modo de pasamanos, podemos pasar
sin miedo. Después de algunas subidas y bajadas por un entorno
salvaje, comenzamos una travesía ascendiente hacia el oeste, con
Tresviso ya a la vista. Llegamos así al mirador de
Tresviso (965 m), el punto más elevado de la excursión y que
en cómodo paseo nos baja a Tresviso (900 m.) donde
tomaremos un merecido descanso y quizás, unos trocitos de queso
picón con sidra. Ahora toca bajar hasta Urdón, para lo
cual tenemos dos opciones: por el Camino de La Peña, o
por el Canal de Reñinuevo.
CAMINO DE LA PEÑA
Este camino sale de Tresviso en
dirección este con una ancha pista de piedras sueltas, de 7200 m,
por el cual bajaban en caballos el mineral de las minas de
Andara, para al instante llegar a la braña de Prías.
En seguida vemos la garganta del Urdón y de frente, en
la ladera opuesta, podemos distinguir el canal que surte de agua a
la central de Urdón. Llegamos sin problemas al punto
más impresionante del recorrido, el Balcón de Pilatos,
lugar idóneo para hacer una parada y asomarse sobre el abismo del
Urdón. Siguiendo la caminata pasamos por la Posá de
Ciabedo, llamado así por el descanso que allí se toma cuando
se viene en sentido contrario. El camino bastante deteriorado, va
haciendo múltiples zigzag por la ladera descendiendo
vertiginosamente hacia el río. Pasamos un puente metálico y otro de
origen romano, muy próximos entre si, y sin perdida llegamos a la
central de Urdón, en la misma orilla de la carretera
que sube a La Hermida (poco más de 2 km).
Ruta 2ª. Por la canal de Reñinuevo
Después del descanso en
Tresviso
(900 m.), salimos
por la carretera que va a
Sotres.
La abandonamos pronto, en un pequeño alto,
El
Collado,
por un camino de hormigón que sale a nuestra izquierda a la altura
de dos grandes cuadras. En un punto en el que la pista parece dejar
de perder altura, cogemos a la izquierda un estrecho sendero
balizado que sigue bajando con bastante declive. Cruzamos otro ramal
de pista, retomando de nuevo enfrente el sendero que sigue bajando
entre prados, uno de los cuales es algo más grande y nos obliga a
buscar de nuevo el de la parte inferior.
Bajamos en zigzag, ahora por un antiguo camino que
enlaza con una hondonada (Valleja
Argumosa)
que nos lleva a los hermosos invernales de
Llosa
Cima
(655 m.). Junto a
las cabañas dejamos el sendero de la izquierda (PR “Entorno
de Tresviso”)
y cogemos a la derecha un camino que pasa entre las construcciones
(balizas rojas) que comienza a derrumbarse hacia el canal del
Urdón.
Entramos a la derecha sobre una ladera muy
pronunciada (Vallejos
de Trascañimuelle)
que termina en una pared surcada de modo artificial por el sendero.
Alcanzamos el fondo del valle donde seguimos río abajo con comodidad
por su margen izquierda. En la otra orilla, la
Cueva
del Nacimiento
trae sus aguas
subterráneas al comienzo del
Canal
de Reñinuevo.
Un espectacular doble puente (La
Bárdina)
permite cambiar de margen y comenzar a atravesar las pronunciadas
vertientes de la
Sierra
de Beges,
alejándonos del fondo del valle. Tomamos contacto por primera vez
con el canal, con su muro de medio metro escaso de anchura sobre el
que tenemos que caminar. Una pasarela de cables nos acompaña hasta
el desvío de la
Collada
de Hoja,
donde el camino empeora notablemente.
Muy pronto abandonamos el canal por un sendero
descendente que alcanza una caseta desde la cual se divisa la
cascada que forma el canal en el encuentro del río
Chico.
Seguimos bajando, atravesando dos zonas armadas con cemento, hasta
cruzar este curso de agua. En un entorno de gran belleza, salvamos
una zona de semi túneles (La
Media Galería)
algo expuesta; coronamos una cota lateral y una bajada nos lleva a
un nuevo puente sobre la
Riega
de Carcabá.
Los primeros
repechos del
Canal
de Perilluenga
nos conducen a
otro nuevo canal.
El camino principal, se va entonces a la derecha,
continuando esa depresión, que así conseguirá alzarsesobre el
Collado de Hoja
y llegar a
Bejes.
Nosotros debemos seguir a la izquierda del muro del canal, ahora sin
pasamanos. Tras un primer poste de cemento y antes del segundo,
vamos a la izquierda por una senda que evita un trecho de
equilibrios sobre el muro, pero regresa otra vez a un tramo
especialmente aéreo del muro del canal, que por fin termina al
introducirse en la pared y nosotros en el sendero que pasa por
debajo.
Superamos una barrancada donde se abrió el canal y
llevó el sendero, que salvamos unos metros por debajo sin grandes
complicaciones. Pronto volvemos a coger altura, por una zona
especialmente abrupta (Canal
Negra)
donde parece impensable el delineado de este viejo sendero. Así
llegamos a una pequeña elevación con un poste donde tenemos que
evitar la traza ascendente y sí bajar por la otra vertiente
(balizas), cruzar abajo un pedregal y retornar al muro del canal. Un
puente precario nos saca por encima del resalte rocoso, que salvamos
sobre un alto.
Por el otro lado se salva la vertiginosa pasarela
colgada del
Corredor de Matallana
y enlazamos con el
canal a la salida del túnel. Vamos cogiendo gusto al caminar sobre
el muro hasta que una tapa de cemento nos permite salir a la derecha
sobre una zona más suave de bosque donde se oculta una cabaña.
Comienza una bajada y el sendero tuerce a la izquierda (balizas).
Evitamos cogerlo y seguimos de frente un ramal que mantiene la
altura evitando un paso estrecho sobre el canal. Así confluimos con
otra ruta para coronar el
Collado
de la Canal del Argayo,
donde en la otra vertiente regresamos al muro del canal.
El canal se introduce en el
Túnel
de los Muertos
que evitamos por un sendero a la izquierda (cabaña abandonada). Otra
vez de nuevo sobre el muro (pasarela), aparece una zona cubierta
donde a la derecha escapa la senda del
Collado
de Osina.
Un nuevo túnel nos somete a nuevos pasos: esta vez hay que
atravesarlo sobre una pasarela metálica que cubre una anchura de un
metro sobre las aguas del canal.
Todavía queda otro túnel (que evitamos por la
izquierda) antes de la bajada que ya da vista al casetón terminal
donde el sendero directo parte a la izquierda, ya hacia el fondo del
valle. Es preferible continuar derecho, (senda algo deteriorada)
hasta el
Casetón
(480 m.), en cuya explanada de cemento comienza una serie
descendente de escaleras con pasamanos que de una manera
espectacular giran a la derecha o contrafuerte hasta introducirse en
unos túneles bajo la pared rocosa. Termina la parte rocosa al tomar
pie sobre el
Canal
de las Aileras,
donde la senda baja en giros bien trazados sobre el comienzo de la
ruta de
Tresviso,
ya cerca de central eléctrica (85 m.).
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