Necesitando Roma doblegar a los Cántabros y sobre todo a los Astures,
construyen desde el Puerto de Panderruedas una calzada que sobrevivió a la
invasión musulmana y posterior reconquista, siendo conocida en este primer
milenio como: “vía Saliamica” Vía de Sajambre. Cuentan las gentes de la comarca
que un ilustre personaje hacia mediados del siglo diecisiete y después de una
vida llena de curiosos avatares, a su muerte, dejó una fuerte dotación económica
para que se llevaran a cabo una serie de obras en las tierras en que nació,
entre las que se encontraba el arreglo del camino que comunicaba su pueblo con
otras comarcas. Es D. Pedro Diez, que nace en Oseja y quien con el paso del
tiempo llegaría a ser Arcediano de Villaviciosa, conociéndose esta vía desde
entonces con el nombre de: “Senda del Arcediano”. Por estas fechas, se efectúan
en ella importantes obras de mejora: se corta la peña Cora para que pudieran
pasar los carros y se construye el ramal que sube hasta el Puerto del Pontón,
asentándose en la vertiente sur el albergue de Pontón, justo en el lugar donde
todavía existe hoy la ermita de Santa María. Hacia finales del siglo diecinueve
y con la construcción de la carretera que pasa por el Desfiladero de los Bellos
hacia el Pontón, llega definitivamente el declive de este milenario camino.
DEL PUERTO DE PONTÓN A SOTO DE SAJAMBRE
Partimos del Puerto del Pontón (1296m.) en dirección norte, dejando a nuestra
derecha una barrera metálica que cierra el inicio de una pista. Siguiendo el
tendido telefónico descendemos por la pista y cuando el camino parece allanarse,
nos encontramos con el nacimiento del río Sella “Jonsella o Fonsella”. Por la
pista y siempre hacia abajo, nos encontramos con otra barrera metálica que la
corta y que comunica con la N-625 cerca del kilómetro 113. Siguiendo por la
carretera un poco más abajo, a nuestra izquierda un poste nos indica el sendero
que nos conduce a las Julasarcas, cuadra con pradera que dejamos a nuestra
derecha. Un poco más abajo cruzamos como podemos la riega Jonseya (no hay
puente), saliendo de nuevo a la carretera en el kilómetro 115,6. Aunque podemos
seguir por la carretera, cogemos un poco más abajo un sendero que sale a nuestra
izquierda y que baja hasta Pío, fijándonos en la Pica Ten y cerca de su base
dejamos la pista y tomamos un camino que asciende por los prados hasta Los
Trabanzos. En este lugar existió una tejera por ser abundante la arcilla, el
agua y la leña, siendo frecuente en este tramo de la senda el suelo empedrado y
las formaciones de piedras al borde de la calzada. Siempre hacia abajo cruzamos
por el puente del Vao sobre el río Verrunde que nos conduce de nuevo a la
carretera un poco antes del kilómetro 119 (920m.). Hacia a la derecha y siempre
indicado con un poste de madera, retomamos la senda y tras dejar una casa
pintada de blanco cruzamos un riachuelo por un puente de cemento y un poco más
arriba nos encontramos con otro puente de piedra que cruza la riega Julaceo y
que nos conduce hacia Entramboscaminos (970m.). El cruce está bien indicado,
tomamos dirección a poniente cruzando la portillera de Antramboscaminos (Una
hoja metálica y dos muros de mampostería). Este tramo de la ruta es bastante
aéreo, teniendo unas buenas vistas: a nuestra izquierda, Verrunde, Pica Ten
(1.223m) y el valle de Pío; en frente, La Peña Niajo (1.739m). Después de pasar
un tramo hecho con muros de mampostería y nada más pasar Peñacín, encontramos
una pista a nuestra derecha que no tomamos. En un suave descenso entramos en
Oseja (725m.) Por el barrio de arriba de Calderilla, cruzamos el pueblo por su
parte alta (marcas rojas y blancas) pasando por la Fuente Quintana y la ermita
de San Roque (construida a finales del XVII cuando la epidemia de Peste
Atlántica). Cruzamos el río Busceco y comenzamos a subir encontrándonos la
fuente Ailón (tiene abrevadero) y un camino a la derecha que no tomamos.
Llegamos a un cruce de caminos, nos encontramos en el lugar conocido como
Piedrahita (953m) -a la derecha a Vegabaño y Mirador de los Porros; a la
izquierda al Cdo. Corona y Pica Arancón (830m.)-. Nosotros seguimos de frente
(está marcado) por el camino conocido como el Llamazal y pasando por el puente
de Soto a la orilla izquierda del río Agüera, entramos en Soto de Sajambre
(925m.). Pasamos frente al hostal y dejando a la izquierda la escuela y un poco
más arriba la iglesia, llegamos al puente La Presa, de frente hacia la
Portillera de Beza. Cruzamos el puente a la derecha, pernoctaremos en el refugio
que el club de Montaña ENSIDESA tiene en Soto y que se encuentra justo al otro
lado del puente.
DE SOTO A AMIEVA
Desde el pueblo de Soto de Sajambre (930 m.) iniciamos la ruta subiendo calle
arriba. Pasando la iglesia, a unos cien metros la calle gira a la derecha para
cruzar el puente La Presa. Nosotros continuamos de frente, en principio con
dirección norte, hacia las laderas meridionales de Peña Beza (1.958m.).
Pronto llegamos a un cruce de caminos. El de nuestra derecha continua hacia el
collado de Barcinera (1.335m.). Nosotros debemos tomar el camino que partiendo
hacia la izquierda se encamina hacia la collada de Beza (1.512 m.), a la que
llegamos después de pasar un tramo zigzagueante y haber quedado a nuestra
izquierda el pico Jorcueto (1.582m.).
En los Puetos de Beza, en la llamada Portillera de Beza o del Tarabico, se
encuentra la división artificial de Comunidades Autónomas (Asturias - Castilla y
León). Tomamos una de las sendas que se dirigen hacia el norte. Pronto comienza
un ligero descenso que nos lleva hasta la Majada de Toneyo (1.341m.), situada en
la Vega del mismo nombre y en la que todavía se ven cabañas en pie.
Al salir de la majada es preferible hacerlo por la ladera del Canto Carbonero
(1.996m.) para evitar zonas encharcadas. Continuamos por la orilla izquierda del
río Toneyo hasta encontrar la majada de Sabugo (1.130m.), antiguo lugar de
obligada parada y descanso para quienes estaban obligados a transitar por estos
parajes. Hoy se levantan algunas cabañas bien conservadas en general y una
imagen de Nuestra Señora al otro lado del río, en la Cueva Confría, de la que
mana una fuente de abundante caudal.
Abandonamos esta majada en dirección noreste con un suave ascenso para salvar la
loma los Cantarinos y cruzar por el denominado Campo del Frade. Continuamos
bajando la cuesta de El Gargueral, separándonos cada vez más del río Toneyo (que
perderá su protagonismo al desembocar más adelante en el río Dobra), hasta
llegar al collado de Angón (860m.), cruzándonos con la pista de cemento que
comunica la Central hidroeléctrica del Restaño con Amieva. Nosotros tomamos la
pista de hormigón hacia la izquierda para bajar hasta el pueblo de Amieva
(600m.). |